San Miguel Arcángel pesando las almas en el Juicio Final

jueves, 9 de octubre de 2014

Los primeros cristianos creían en el Purgatorio y oraban por los muertos


Patena con la imagen de Cristo en majestad
(Catacumbas)

octubre 7, 2014
Apariciones y fantasmas pedían la intercesión de los vivos en los primeros siglos.

Los padres de la iglesia estaban familiarizados con los fantasmas, visiones fantasmales y apariciones. Dos ejemplos notables en la literatura de la iglesia primitiva muestran cómo tendían a funcionar y como eran considerados. Lamentablemente, estas enseñazas y evidencias no son compartidos por otros cristianos como los evangélicos.

 Es importante en este punto señalar que las visiones de los muertos en sueños (apariciones oníricas) y apariciones en vigilia de figuras fantasmales, eran consideradas encuentros espectrales. El significado profundo unido a las figuras oníricas, sobre todo de gente real que entrega mensajes importantes, se consideraba no meramente un subproducto psicológico del sueño profundo, sino un evento sobrenatural. 

EL CASO DE SANTA PERPETUA

Nuestro primer fantasma aparece en  La Pasión de las Santas Perpetua y Felicidad, un importante cuento sobre el martirio temprano.

Antes de su ejecución en Cartago el 7 de marzo 203, Perpetua experimenta algo inusual. Mientras que está en espera en la cárcel, el nombre de su pequeño hermano muerto Dinocrates viene a su mente de forma espontánea durante la oración, y ella piensa que esto es significativo. Esa noche, ella tiene una visión de él:

Yo veía à Dinocrates saliendo de un lugar oscuro, donde estaban otros muchos; intiendo a la vez calor y sed, con falta vestido, y color pálido; y la herida en su cara que él tenía cuando murió. Este Dinocrates habían sido mi hermano en la carne, de siete años de edad, quien estaba enfermo de úlceras de la cara, había tenido una muerte horrible, por lo que su muerte fue abominada por todos los hombres. Por él, por tanto, yo había hecho mi oración; y entre él y yo había un gran abismo, de manera que ninguno podía ir de un lugar a otro. Había además, en el mismo lugar donde estaba Dinocrates, una fuente llena de agua, cuyo borde más alto era de la estatura del niño; y Dinocrates se estiraba como si quisiera beber. Me lamentaba de que la fuente tenía agua, pero sin embargo la altura del borde le impedía beber.

Ella reza por su hermano cada día y noche, para que pueda ser liberado de este tormento. Es interesante que el lenguaje evoca claramente la historia del Rico y Lázaro, lo que sugiere la imposibilidad de Dinocrates de obtener ningún alivio en el más allá. No obstante, Perpetua sigue rezando por él.

Días más tarde, ella tiene otra visión:

Vi ese lugar que antes había visto, y Dinocrates limpio del cuerpo, bien vestido, con comodidad; y la fuente que había visto antes, tenía el borde a la altura del ombligo del niño; y había allí agua que fluía sin cesar. Y en el borde había un cáliz de oro lleno de agua; y Dinocrates se acercó y comenzó a beber de él. Y quedando satisfecho partió lejos del agua y empezó a jugar como un niño lo haría, con alegría.

Y me desperté. Entonces entendí que fue relevado de sus dolores.

Esta es una poderosa escena para un importante texto cristiano temprano. Aquí tenemos una visión de los muertos que sugiere el destino de los difuntos en el otro mundo, con una imagen del agua viva que “fluía sin cesar”. El estado de Dinocrates, y la capacidad de las oraciones intercesoras de Perpetua para liberarlo, son un poderoso testimonio temprano del purgatorio y de las oraciones por los muertos.

Estas apariciones de los muertos en sueños – casi siempre llenas de significado y simbolismo cristianos – se repiten en la literatura fantasmagórica y visionaria en los próximos mil años y más allá.

EL CASO DE SANTA TECLA

Hay otra visión de sueño fantasmal en los apócrifos Hechos de Pablo y Tecla, compuesto en el siglo segundo.

Santa Tecla, inspirada en Pablo para seguir una vida de virginidad, sobrevive varios intentos de ejecutarla por su fe.

Después de su sentencia de muerte, se le da al cuidado de una “rica reina” de nombre Tryphaena a fin de preservar su virginidad hasta la ejecución. Las autoridades tratan de alimentar con Tecla a los leones, pero éstos se niegan a atacar, en sun lugar lamen sus pies.

Después de este primer intento de matarla, Tecla retorna al cuidado de Tryphaena, quien había perdido una hija llamada Falconilla. La hija viene a Tryphaena en sueños diciendo:

“Madre, tú hablarás con Tecla la extranjera que está desolada, ella puede orar por mí y ser trasladada al lugar de los justos”.

Cuando Tryphaena la recibió después de la procesión, que por igual hacían lamentandose por ella porque ella iba a combatir a las bestias en la mañana, y amando  a su propia hija Falconilla le dijo: Tecla, mi segunda hija, ven, ruega tú por mi hija para que ella pueda vivir para siempre;  esto lo he visto en un sueño. Y ella sin demora levantó la voz y dijo: ¡Oh, mi Dios, Hijo del Altísimo que estás en los cielos, concede a ella su deseo, que su hija Faleonilla pueda vivir para siempre. Y después de haber dicho esto, Tryphaena se lamentó por ella, teniendo en cuenta que tan gran belleza debía ser arrojada a las bestias.

Tryphaena se había encariñado con Tecla como una segunda hija. Cuando Tecla sobrevive a un segundo intento de matarla, la reina llega a creer en el Dios de Tecla y cree que el alma de su hija ha sido redimida por las oraciones de Tecla. Todo su hogar se convierte.

Así vemos la oración de intercesión por los difuntos y una sugerencia del purgatorio en otra pieza de la literatura cristiana primitiva. En estos dos cuentos, los fantasmas actúan como testigos del estado de los muertos en el más allá, ya que abogan por oraciones para moverlos a la salvación.

Es un motivo que veremos repetido durante siglos, desde fantasmas a sueños fantasmales. Aún más interesante es que tenemos claro los primeros indicios del purgatorio y las oraciones por los muertos un milenio antes de que algunos estudiosos (como le Goff) sostienen que el purgatorio fuera “inventado”.

Fuentes: Thomas Mc Donald, Signos de estos Tiempos

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