San Miguel Arcángel pesando las almas en el Juicio Final

sábado, 29 de octubre de 2016

Por qué un católico no debe celebrar Halloween


         Para saberlo, veamos qué es Halloween: es una celebración pagana, de origen celta, en la cual los druidas o magos celtas, en la noche del 31 de Octubre, recorrían las casas pidiendo alimentos para celebrar el inicio de la oscuridad -es decir, el inicio del momento del año en el que los días se acortan y las noches se alargan-; a esta fecha la llamaban "Samhain", y celebraban al dios de la muerte. Para los brujos, acostumbrados a trabajar con las tinieblas –con los ángeles caídos-, la noche tiene un significado mágico, y es que en ese momento, los demonios están más activos. En este recorrido, si alguien no se los concedía, los maldecían. El recorrido lo hacían munidos de un nabo hueco en el que se representaba el rostro del demonio al que invocaban para la maldición- al pasar a EE.UU. el nabo fue reemplazado por una calabaza hueca-, y en cuyo interior colocaban un cirio encendido: éste es el origen de las calabazas huecas y de la frase que repiten los niños “truco o trato”, es decir, la extorsión que consiste en pedir un dulce si no se quiere sufrir una broma dañina.
         ¿Qué festejan los magos o brujos celtas? Festejan el inicio del Año Nuevo Satánico -Samhain- y adoran al dios de la muerte, que no es otro que Satanás, el Ángel caído; es la festividad satánica más importante, según lo declaran los mismos satanistas, como el fundador de la Iglesia Satánica, Anton Zsandor Lavey.
         No es inocuo festejar Halloween, puesto que el uso –aunque sea sin intenciones de practicar la brujería- de los disfraces típicos de Halloween, implica abrir las puertas de la propia vida, de la propia existencia, al influjo satánico, lo cual quiere decir posesiones, vejaciones diabólicas, infectaciones diabólicas, etc. Es decir, es “atraer”, como si de un imán se tratara, todas las cosas malas que sólo el Diablo puede dar.
         Existen testimonios autorizados, como el del P. Gabriel Amorth, quien en una conferencia afirmó que tuvo que hacer el exorcismo de un niño que quedó poseso luego de haberse disfrazado para Halloween.
         ¿Qué hacer?

         Ante todo, oponernos a celebrar esta festividad satánica y pagana, porque se puede decir que es el Infierno el que celebra a sus habitantes; nosotros, como cristianos católicos, debemos festejar a los habitantes del cielo, los santos, y celebrar al Cordero de Dios, que es el que da de su santidad a los santos.

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