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martes, 10 de abril de 2018

El demonio es real y no sólo un símbolo, dice el Papa Francisco en su exhortación Gaudete et exsultate


Por Junno Arocho Esteves. Catholic Herald. 10 de abril de 2018.

 Es un error pensar que Satanás es sólo un mito, dijo el Papa.


El camino a la santidad no implica luchar contra algún monstruo abstracto, sino que involucra una “lucha constante contra el demonio, el príncipe del mal”, dijo el Papa Francisco.

En su nueva exhortación, “Gaudete et Exsultate”, hecha pública por el Vaticano el 9 de abril, el Papa insta a los cristianos a no creer que el demonio es una construcción intangible sino más bien “un ser personal que nos acosa”.


“No pensemos que [el demonio] es un mito, una representación, un símbolo, una figura o una idea”, escribió el Papa. “Ese engaño nos lleva a bajar los brazos, a descuidarnos y a quedar más vulnerables”.


Tomando ventaja de esa vulnerabilidad, agregó, el demonio “no necesita poseernos. Nos envenena con el odio, con la tristeza, con la envidia, con los vicios”.

A lo largo de su papado, el Papa Francisco ha advertido de la presencia del demonio y los peligros de ir al infierno si no nos alejamos del pecado.

Recientemente, no obstante, se han forjado dudas respecto a las creencias del Papa sobre el infierno y las consecuencias del pecado cuando Eugenio Scalfari, un cofundador y ex editor de La Repubblica, un diario italiano, afirmó que el Papa Francisco dijo que, “el Infierno no existe”.

El periodista italiano ha explicado en más de una ocasión que no toma nota ni graba sus conversaciones con el Papa; sino que él las recrea de memoria posteriormente, incluyendo el material que pone en entrecomillados.

Poco después de que la entrevista se publicara en marzo, el Vaticano emitió una declaración señalando que el artículo de Scalfari “es producto de su propia reconstrucción en la que las verdaderas palabras pronunciadas por el Papa no fueron citadas”.

En su exhortación apostólica sobre el “llamamiento a la santidad en el mundo moderno”, el Papa dijo que la vida cristiana no es meramente una lucha contra la debilidad humana o mentalidades mundanas, sino una batalla espiritual en contra de una amenaza muy real.

“No aceptaremos la existencia del diablo si nos empeñamos en mirar la vida solo con criterios empíricos y sin sentido sobrenatural”, escribió.

Siendo conscientes de que en los tiempos bíblicos había “bagajes conceptuales limitados” para entender las diferencias entre una posesión demoníaca y una enfermedad mental, el Papa dijo que “no debe llevarnos a simplificar tanto la realidad diciendo que todos los casos narrados en los Evangelios eran enfermedades psíquicas y que en definitiva el demonio no existe o no actúa”.


La presencia del demonio “está en la primera página de las Escrituras, que acaban con la victoria de Dios sobre el demonio. De hecho, cuando Jesús nos dejó el Padrenuestro quiso que termináramos pidiendo al Padre que nos libere del Malo. La expresión utilizada allí no se refiere al mal en abstracto y su traducción más precisa es «el Malo». Indica un ser personal que nos acosa”, escribió el Papa Francisco.


El camino hacia la santidad, explicó, es una lucha constante que sin las “armas poderosas” de “la oración, la meditación de la Palabra de Dios, la celebración de la Misa, la adoración eucarística, la reconciliación sacramental, las obras de caridad, la vida comunitaria, el empeño misionero”, los cristianos “seremos presa del fracaso o la mediocridad”.


“Si nos descuidamos nos seducirán fácilmente las falsas promesas del mal[1] [demonio]”, dijo el Papa.


En una lucha contra el demonio, agregó el Papa Francisco, cultivar el bien, progresar en la vida espiritual y crecer en el amor son las mejores maneras de contrarrestar el mal. Sin embargo, aquellos que eligen permanecer neutrales [“en un punto muerto”] y “renuncian al ideal de darse generosamente al Señor, nunca lo lograrán”.


“El triunfo cristiano es siempre una cruz, pero una cruz que al mismo tiempo es bandera de victoria, que se lleva con una ternura combativa ante los embates del mal”, dijo el Papa. [n.163, “Gaudete et Exsultate”].

[1] “…De hecho, cuando Jesús nos dejó el Padrenuestro quiso que termináramos pidiendo al Padre que nos libere del Malo. La expresión utilizada allí no se refiere al mal en abstracto y su traducción más precisa es «el Malo». Indica un ser personal que nos acosa. Jesús nos enseñó a pedir cotidianamente esa liberación para que su poder no nos domine”. N.160. Exhortación Apostólica “Gaudete et Exsultate”.

(https://dominusestblog.wordpress.com/2018/04/10/el-demonio-es-real-y-no-solo-un-simbolo-dice-el-papa-francisco-en-su-exhortacion/)

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