San Miguel Arcángel pesando las almas en el Juicio Final

miércoles, 11 de abril de 2018

Tecnología y Magia en las manos del Anticristo


09/02/18 

por Daniel Francisco Giaquinta

La imagen de su rostro en todo el mundo al mismo tiempo
La figura del Anticristo[1] es una verdad revelada. Como San Juan Evangelista lo describe reinante desde su tiempo, los Padres de la Iglesia –con esa autoridad que el Espíritu Santo les dio para enseñar la Palabra de Dios- lo vieron como un movimiento, como una especie de anti-iglesia que trabaja contra Jesucristo y su Pequeño Rebaño.

Pero también la figura del Anticristo toma presencia individual y personal en los relatos de San Pablo, por ejemplo. Entonces, la Patrística y los Santos Doctores nos enseñan que no hay contradicción entre San Juan y San Pablo. Tranquilamente un movimiento produce a su líder y éste lleva a la plenitud al movimiento que lo engendró.

Entonces tenemos en la Sagrada Escritura y en la Tradición que una falsa doctrina anticristiana será potenciada por el hijo de la perdición hasta llegar a una gran apostasía[2].  Que aquél “hijitos míos, no améis el mundo ni lo que hay en el mundo…” se vuelve la mejor síntesis plástica de la ideología culminante del Anticristo: “…porque en el mundo hay concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y soberbia de la vida”, explica San Juan en su Primera Carta. La carne como imagen plástica de los placeres sensuales y venéreos que halagan al hombre; la sinécdoque de los ojos deleitándose en el brillo del oro y del Dinero que atraen la fama y los aplausos con la posibilidad de tenerlo todo en esta vida que es la única; y por fin, viene el objetivo de coronar todo siendo dueño de todo, de ponerle el nombre a los hechos como yo quiero y no como son, de ser como dioses creadores de una nueva naturaleza:  la soberbia de la nueva “moral” del Anticristo. Ya está entre nosotros, decía el Águila de Patmos, ese mundo mundano antropocéntrico con filosofía gnóstica y fines materiales de moral subjetivista que combate al Reino y algún día terminará engañando a casi todos con la “gran apostasía” precedente de la Bestia del Mar.

San Pablo dice que habrá un súper hombre que logrará esa paz apóstata en este mundo mundano, el cual retribuirá con adoración al anticristo por poner la tolerancia como bandera y despreciará a Cristo que trajo la Espada de la división. “Que nadie os engañe de ninguna manera. Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de la Perdición”. (II Tes. 2,3). Hugo Benson describe al Anticristo como Juliano Felsemburg, Nietzche lo desea, Hollywood es demasiado protestante y lo recrea como un demiurgo tan poderoso como Dios, Castellani ve al Anticristo en su posibilidad de hoy, Hugo Wast sabe que su lucha central es contra Cristo, pero la predicación de la Iglesia contemporánea lo omite con peligrosa temeridad…

Entonces, ¿Cuál será su rostro que multiplicará mediante su imagen?

En la Sagrada Escritura la palabra rostro[3] tiene una fuertísima significación. No se puede ver el Rostro de Yahvé y seguir viviendo, Moisés se tuvo que tapar el rostro después del Monte de los Mandamientos por los rayos que emitía; San Ignacio exige plantar el rostro para enfrentar al demonio porque es como mujer; Jesús giró, miró a la turba y lo dejaron pasar sin tocarlo cuando lo empujaba de la sinagoga para despeñarlo…  El rostro no es el perfil, ni la fisonomía, ni la cara, ni la figura y sí sostiene al semblante. El rostro es el alma traslucida. Hay rostros angelicales y los hay diabólicos en un no sé qué. Hay rostros que convencen y rostros que desaniman. Hay rostros que se hacen obedecer enrostrando la inferioridad del débil.

Así, el rostro del Anticristo será algo peligroso. Pero más aún porque todos podrán verlo al mismo tiempo en todo el mundo gracias a su imagen. Aquí entra la magia, la magia de la telemática, o como dicen en Argentina que la técnica  es cosa e´mandinga. La Patrística no podía concretar una explicación real de esta profecía, pero ahora vemos que sí se puede explicar la magia que utilizará el enemigo. El satélite ha logrado el máximo progreso en la simultaneidad de la transmisión. En tiempo real puedo ver desde cualquier lugar de la tierra el desarrollo de la guerra en Siria o las elecciones en USA. Con la magia incluida del procesamiento de la imagen, de la edición del sonido, de los focos elegidos para las tomas y, más aún, por la magia de las oscuridades de lo que no nos dejan ver. La telemática se vuelve la realidad para las audiencias.

El mundo virtual es la realidad. La imposibilidad de la verificación –no puedo viajar a presenciar la guerra ni me han enseñado alguna manera de ver si es verdad sin necesidad de viajar- exige un acto de fe en el Emisor: los hechos son reales, las opiniones libres, dice el epígrafe en el The Guardian[4]. El emisor me da la realidad, es dogma de fe mediática, y yo tendré la libertad de mis opiniones luego de consumir esa realidad elegida por los mass media, recortada, descontextualizada, aumentada, seleccionada para mí, y afirmándome so pena de que se rían de mi escepticismo, que es la pura verdad objetiva, que es un hecho lo que veo, aunque a mí no me guste.

Me seleccionan lo que debo ver, como el mago del circo con los niños dirigiéndoles la mirada hacia la mano que eleva y no hacia la que esconde para hurguetear en su bolsillo. Y el mago puede que no sea tan inocente al no dejar ver todo. Y los masificados no captan esta manipulación. Los masificados gritan que vieron y escucharon en la imagen de la Bestia que el hombre llegó a la Luna, que los Aliados nos salvaron de Saddan Husein, que el Ara San Juan no se encuentra, que el problema es la Economía, que cuando uno vota al candidato publicitado se vuelve ciudadano libre, que hay explosión demográfica y el aborto y la eutanasia son actos de humanidad… y eso es la realidad. El Reino de la unidad de los pueblos ya llegó gracias a comulgar de la misma imagen que nos da la certeza. Las ansias de todo hombre por la paz y el bienestar serán logradas por medio de la guerra y la supresión de los que no acepten este mensaje… de que la imagen es la realidad. Igualdad Libertad Fraternidad difundidas por la imagen, impuestas a las masas por la imagen.

La fuerza del Anticristo estará en la virtualidad que logre con su mensaje. Si los menores de cuarenta años son capaces de creer que verifican una información en el mismo sistema donde la obtuvieron, entonces están en la virtualidad a merced del mentiroso. Los menores de cuarenta años, en su gran masificación, no pueden dudar o aseverar inteligentemente sobre un dato de la virtualidad, por ejemplo si el hombre ha llegado o no a la Luna, sin recurrir a la misma pantalla virtual, al mismo medio de internet, a las Redes, a wikipedia… Son carne de manipulación de la Imagen de la Bestia en la medida que no han logrado el Juicio Crítico. Y lo peor, confunden criterio con opinión propia, como pretende el epígrafe del diario inglés.

La fuerza de la virtualidad del Anticristo oscilará en los corazones de sus súbditos entre el escepticismo de la duda estéril (“todo es mentira”) hacia la credulidad adolescente del fanatismo tras el líder (“es mi ídolo”). Los dos extremos son como los rebotes de las presas por los golpecitos de la cola del diablo, van y vienen de la credulidad a la incredulidad sin pasar por la razón ni por la Fe, sólo abrevando en la imagen.

La Bestia del Mar podrá mostrar su Imagen a todos, defendida por el Falso Pastor, desde que la tecnología-magia ha logrado esconder la realidad y hacernos creer que lo virtual es real. Como dicen, el que no sale en la tele no existe y viceversa. Sólo se habla y se fotografía lo que la línea editorial ha dispuesto, consultando previamente al dueño del medio y éste cuida no ofender al poder del Gran Dinero que lo sostiene. Y se esconde aquello que las masas no deben ver, ni oír, ni pensar, ni preguntar. Mass media. Poder de la iconosfera, la imagen.

El poder de la Imagen del Anticristo consistirá en tal manera de hacerse mirar que podrá esconder en la Conspiración del Silencio a todos aquellos que denuncien tales manipulaciones sibilinas. Darle muerte a la Iglesia Verdadera en estas épocas de telemáticas satelitales no será, necesariamente, mediante el derramamiento de sangre mártir. Eso se hará en los lugares donde el satélite y la Imagen dispongan la noche del desconocimiento para los pueblos progresistas, es decir, se podrá matar a cristianos en China, en muchos pueblos del África, en Siria, pero no en el Occidente televisivo. Aquí, sin derramar sangre, se mata al Pequeño Rebaño fiel con la indiferencia y el silencio mediático. Millones marchan contra el aborto, pero en la TV sale sólo la niña violada que los recalcitrantes no dejan abortar. Millones juntan firmas contra el matrimonio igualitario, pero en la TV sólo salen las películas de la alegría gay. Muchísimos autores escriben joyas literarias, pero se financian los tenebrosos y perversos…

Esta es el alma que se trasluce en el rostro del Anticristo multiplicada por el mundo mediante su imagen puesta para la adoración de todos los “conectados” con la señal de la Bestia en la frente.

Daniel Giaquinta

[1] El cuerno pequeño – Daniel 7:08;  El Rey Insolente, un maestro de la intriga – Daniel 8:23 ; El príncipe que ha de venir – Daniel 9:26 ; El Pastor Inútil – Zacarías 11:17 ; El hombre de pecado – 2 Tesalonicenses II,3
El que trae la destrucción – 2 Tesalonicenses II,3 ; El inicuo – 2 Tesalonicenses II,8; El El rey voluntarioso Daniel 11:36; Hombre despreciable – Daniel 11: 21; La bestia del Mar– Apocalipsis 13:11.

[2] Castellani, Leonardo, El Apocalipsis, cap. Sobre el Anticristo.  https://docs.google.com/file/d/0Bz18UURd74i-NUs3VGFyNkdfVmM/edit?usp=sharing

[3] https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1200001482

[4] “Comment is free, but facts are sacred”, The Guardian 1921.
(https://adelantelafe.com/tecnologia-magia-las-manos-del-anticristo/)

No hay comentarios:

Publicar un comentario